2024

Las mujeres en el arte de los títeres, en el siglo XVIII, y tal como sucede en nuestros días, se acercaron al teatro de muñecos desde otras profesiones. Ese fue el caso de Francisca Tomasa Montoya y Cadena.

Las mujeres en el arte de los títeres, en el siglo XVIII, y tal como sucede en nuestros días, se acercaron al teatro de muñecos desde otras profesiones. Ese fue el caso de Francisca Tomasa Montoya y Cadena.

Las mujeres en el arte de los títeres en el siglo XVIII, al igual que en nuestros tiempos, podían constituir sus propias empresas, en algunos casos familiares, donde el conocimiento se pasaba de madres a hijas.

Las mujeres en el arte de los títeres durante la época colonial en México, tenían que conseguir un permiso del Virrey para poder representar sus comedias de muñecos, por ello ahora es posible recuperar sus nombres para nuestra historia común.

La ya indiscutible presencia de las mujeres en el arte de los títeres a partir de documentos históricos del siglo XVIII, nos permite ir armando un catálogo con su presencia y aportaciones.

La Historia de los títeres no ha sido justa con las mujeres. Se nos ha dicho que acompañábamos a los hombres y eso desde hace relativamente poco tiempo. Afortunadamente existen documentos antiguos  que consignan que la participación era más allá del acompañamiento: hubo mujeres emprearias, dueñas de compañías de muñecos, mujeres titiriteras, mujeres que pasaban el oficio a las nuevas generaciones, mujeres con trayectorias de mas de 40 años.

La constante en la historia de todas las profesiones ha sido borrar la participación de las mujeres, sin embargo, es posible encontrar documentos que señalan su presencia activa en épocas tan lejanas como el siglo XVIII.