Sise Fabra. In memoriam

A Sise Fabra la conocí en Sevilla y luego la vi nuevamente en Tolosa. La recuerdo dulce y sonriente todo el tiempo. En esos días, (2000) la vi como la compañera de… no como titiritera y creadora. Mi visión deformada desde el androcentrismos me hacía poner mi mirada en los titiriteros como creadores y directores de una profesión que veía como masculina, aún y cuándo yo misma ya era directora, autora e intérprete de una compañía titiritera.

Buscando en la web veo que en la página del Centro de documentación de las artes escénicas y de la música la nombran: Profesión: Actor; Escenógrafo; Figurinista, así, en masculino. Encontré también que en la UNIMA Valencia se desempeñó como Vicepresidenta, aunque no mencionan en que año. En la página https://documentacionescenica.com/peripecia/consultas/directorio/directorio_7887/fabra-sise

en la ficha personal de Sise mencionan que fue autor (en masculino) de Caperucita, no gracias, que hizo la dirección escénica de Hansel y Gretel, Mi Kiko, y participó como intérprete en Caperucita, no gracias, El patito feo, La ratita presumida, Mi Kiko y Sideral sin gas. Constructora de títeres y realizadora de vestuario de Caperucita, La ratita presumida y Sideral sin gas, lo que demuestra sus múltiples áreas de experiencia y desempeño en el arte de los títeres.

En la entrevista publicada el 28 de Octubre del 2011 en

https://www.levante-emv.com/cultura/2011/10/28/hermana-marionetista-president-13029140.html

mencionan que era la hermana marionetista del Presidente de la Generalitat en ese entonces y apuntan: “Quienes la conocen de cerca la definen como una mujer «discreta, sencilla, sensible y muy buena compañera». Debe de serlo porque su vida, como contaba hace años , cambió el día que descubrió la fantasía de las marionetas… continúa creando magia a los pequeños y trasladándoles al mundo de los sueños. Al menos lo hace en un espacio cedido por el retor Juli Ciges—histórico entre los curas progresistas—en la Parroquia de Vera que su compañía tiene como sede estable y donde actúa cada mañana durante el curso escolar… “

Su historia con los títeres según sus propias palabras en la misma nota:

“Había terminado Magisterio (1978) y estaba estudiando en la Universitat de Valencia cuarto de Filología Francesa.

«Por aquel entonces—añadía — hice un viaje a Oropesa porque allí se estaba celebrando un festival de títeres y a mí desde pequeña siempre me han encantado los muñecos, las marionetas, el teatro, el modelaje… Bellas Artes era mi pasión secreta, quizá porque mi madre pinta cuadros y eso me ha influido desde niña. Fui a Oropesa para ver las funciones y entré, sin pensarlo, en un Café-Teatro».

Allí surgió el duende. «Recuerdo que lo primero que llamó mi atención fue un personaje-presentador de nombre Godofredo, que aparecía en escena con unos andares parsimoniosos y pintorescos. Al término de la función, el titiritero salió a saludar dando unos pasos al frente del teatrillo. Me quedé fascinada: andaba igual que el personaje. Así conocí a Alberto. Creo que fue un flechazo de ambos a primera vista y desde ese momento, los títeres entraron en mi vida. Dejé mis estudios, rompí con mi vida anterior y me convertí en titiritera».”

A propósito de su muerte, Toni Rumbau publica en Titeresante, el 14 de Marzo del 2022:

“Según contaba Sise en la citada entrevista, terminó Magisterio en el año 1978, y aquel verano, antes de entrar a trabajar como maestra, conoció en Oropesa del Mar, donde veraneaba con la familia, a Gonzalo Cañas que organizaba entonces un festival de títeres para niños en una plaza del pueblo antiguo. Decía Sise:

‘Lo que yo no esperaba, es que al día siguiente, en esa placita donde se hacían los espectáculos para niños, Gonzalo se peleara ensayando con su pareja y de pronto, saliendo del retablo, se dirigiera hacia mí, (que había sido una espectadora puntual), diciéndome: “¿Tienes algo que hacer esta tarde?” y antes de que pudiera contestar, me encasquetó en la mano lo que fue mi primer títere, un toro que debía enfrentarse con “Currito el toreador” y me marcó cuatro movimientos que aterrada intenté reproducir durante la función. Después actué más días con mejores y mayores indicaciones y me contrató para las funciones nocturnas.’

Fue allí, en estas noches del festival, cuando conoció a otros grupos, como La Gaviota y Los Duendes. Le entusiasmó la pantomima titiritera de una gallinita que hacía Alberto Cebreiro, y tras ver el espectáculo entero al día siguiente, cuenta Sise:

‘Cuando el titiritero salió del teatro al final de la función, vi que andaba igual que su muñeco presentador y pensé: yo quiero hacer títeres… y con ése…. Y hasta hoy.’

Los Duendes ha sido también una compañía muy abierta a colaborar con otros titiriteros, tanto en sus propias producciones como dinamizando el mapa profesional en Valencia. Decía Sise:

‘Nosotros pertenecemos a la generación de los titiriteros que se hacían los muñecos, los guiones, la puesta en escena y además se enorgullecían de ello… y era muy difícil que alguien ajeno viniera a dirigirlos. Como mucho, solicitaban la construcción de la escenografía o consultábamos a amigos, que en nuestro caso eran Adriana y Luis de “La Gaviota”, Enkarni y Manolo de “Txotxongilo”, y Gabi y Maite de “La Estrella”. Como nos dijo una vez alguien: “a mí me interesan las opiniones o sugerencias, pero según quién me las aporte”. Pero gracias a la experiencia de estos últimos años con los “Laboratorios” que hemos hecho con Claudio Hochman conjuntamente con otros compañeros de Unima Valencia, valoramos cada vez más la dirección externa. Claudio asesoraba y enriquecía las propuestas de cada grupo, aportando su gran capacidad imaginativa y su notable percepción escénica, resolviendo bloqueos y convirtiendo defectos en virtudes. También era importante la ayuda reciproca que se establecía entre los mismos participantes, para que cada espectáculo resultara lo mejor posible.’

Como mujer titiritera, pertenece a una generación que ha mantenido una gran conciencia militante en dar importancia a la presencia femenina en el mundo de los títeres. Una posición que ha contribuido a cambiar en profundidad la práctica titiritera en nuestro país.”

Lamento no haber entablado una relación cercana con Sise, pero desde aquí celebro reconocer en ella, a través de sus propias palabras recopiladas en entrevistas a lo largo de su vida, a una mujer creadora, que fue mucho más que la compañera de…, estigma que cargamos muchas cuya vida creativa ha estado asociada a la vida de pareja con otros creadores, que no tienen que lamentarse o preocuparse de pasar a la historia como los “compañeros de”.

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