María de La Luz Aranda. In memoriam.

María de la Luz Aranda fue la creadora de los primeros títeres realizados en barro, según lo menciona Armando Rosete Rivera, descendiente directo de la familia. Ella era restauradora de Arte Sacro, proveniente de León y radicada en Huamantla y fue a ella a quién el párroco de la iglesia de Huamantla le encargó la realización de un nacimiento. María de la Luz decidió que las figuras tuvieran movilidad por medio de alambres, lo que causó enorme sorpresa al ver como animales, pastores e incluso María y José, adquirían vida.

Ante el éxito de las representaciones, ella y sus hermanos continuaron produciendo mas títeres e historias las cuáles presentaban en el Barrio de San Lucas. A sugerencia de Margarito Aquino salen de gira a otros poblados de Tlaxcala y del país. Algunos textos mencionan que la compañía, como tal, inició en el año de 1835 y se refieren a los hermanos Aranda como jóvenes campesinos “que decidieron abandonar el cultivo de la tierra” para formar una compañía de espectáculos. Sin embargo, como vimos antes, María de la Luz era restauradora de Arte Sacro, lo que implica un conocimiento y entrenamiento específico no relacionado con el cultivo de la tierra.

María de la Luz, considerada excelente manipuladora junto a su hermana Buenaventura, conoce a Antonio Rosete, asíduo espectador de las funciones y se casa con él en 1850, mismo año en que la compañía se establece formalmente bajo la dirección de sus hermanos Hermenegildo y Julián.

Cabe destacar que María de la Luz además de construir los muñecos de barro se desempeñaba como vestuarista, se encargaba de vestirlos y de darles vida en el escenario. Siendo ella la iniciadora de esta compañía, la artista realizadora de los primeros muñecos, no se sabe en que momento o por qué razón -aunque podemos suponerlo- sus hermanos varones se hicieron cargo de la dirección de la compañía, pero a la muerte de ambos, fueron Buenaventura, María de la Luz y su esposo Antonio Rosete quiénes se hicieron cargo de la dirección de la empresa. Sin mas datos sobre el asunto, cabe destacar que el nombre de María de la Luz no aparece en la nómina de la compañía durante las exitosas giras en la ciudad de México, lo que me lleva a preguntarme si su ausencia se debió a las obligaciones familiares de crianza, que aún hoy en dia limita el desarrollo profesional de las mujeres.

Información obtenida de: EL TEATRO DE TÍTERES DURANTE EL PORFIRIATO. UN ESTUDIO HISTÓRICO Y LITERARIO. YOLANDA JURADO ROJAS. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla-Dirección General de Fomento Editorial. 1° Edición, 2004

CD-Rom Empresa Nacional Mexicana de Automatas Hermanos – rosete Aranda 1835-1942 Investigación de Frncisca miranda, coordinacion general Marissa Gimenez

No tengo su fecha de nacimiento y muerte, sin embargo rescato su nombre y actividades que hasta ahora, para mi, habían pasado desapercibidas: excelente manipuladora, realizadora de vestuario y DIRECTORA de la compañía Rosete Aranda, de la que también fue su fundadora.

Fue una de los cuatro fundadores. María de la Luz, con la dirección de don Julián Aranda y sus hermanos Hermenegildo y Ventura, inició en el año de 1835, la compañía de muñecos. Contrajo matrimonio con el señor Antonio Rosete, originario de la ciudad de Puebla. Ella manipulaba títeres con una gran precisión. Sus hijos fueron: Leandro, Felipe, Tomás y María Macedonia. Suponemos que ella no trabajó durante las giras realizadas en la ciudad de México en la época de esplendor. No aparece su nombre en la nómina de la compañía.

Durante el siglo XIX, una familia mexicana, originaria del estado de Tlaxcala, había luchado de manera tenaz para formar una compañía de espectáculos. En el año de 1835, Julián, Hermenegildo, Buenaventura y María de la Luz Aranda, todos ellos jóvenes, decidieron abandonar el cultivo de la tierra e iniciaron la formación de una empresa familiar dedicada al manejo de muñecos con hilos. (Francisco Rosete, 4-5). Al parecer, los primeros muñecos que ellos fabricaron eran de barro, los vestían con trajes de retazo, e imitaban a algún personaje rural. Al principio, el público de los Aranda estaba formado por campesinos e indígenas de la región. Las comunidades cercanas a Huamantla eran indígenas, típicamente.

La empresa Aranda se estableció formalmente en 1850, bajo la dirección de Julián y Hermenegildo. La fama del espectáculo de muñecos atrajo a un público variado. María de la Luz, hermana de los Aranda, participaba como manipuladora de autómatas. Durante algunas funciones llamó su atención la frecuente asistencia de un joven poblano de nombre Antonio Rosete, quien pronto mostró interés en las funciones de los títeres y en ella. Poco después, los enamorados Rosete-Aranda celebraron su matrimonio. El joven Antonio Rosete aprendió el oficio de manipulador y se integró al elenco de la compañía de autómatas, a tal grado que abandonó su original oficio de comerciante.

Para el año de 1852 nació el primogénito de Antonio Rosete y María de la Luz Aranda: Leandro; después, Adrián, Felipe y María Macedonia, en la ciudad de México. Cuando la familia trasladó su teatrillo al estado de Puebla nació el más joven de los hermanos: Tomás.

El matrimonio Rosete Aranda se mudaba de un lugar a otro cargando baúles con muñecos y juguetes. Hacia el año de 1867 don Julián enferma gravemente y muere, al poco tiempo también fallece su hermano Hermenegildo. Sin embargo, la función debía continuar y la compañía queda en manos de la magnífica manipuladora Buenaventura Aranda y del matrimonio Rosete Aranda.

Complemento esta información de la maestra Jurado con la que aparece en https://wepa.unima.org/es/compania-rosete-aranda/

Compañía Rosete-Aranda

Fue una compañía de títeres mexicana activa entre 1835 y 1942, y, con una nueva empresa, hasta 1962. Esta compañía es emblemática en la historia de los títeres de México. En 1830, el italiano Margarito Aquino se instaló en el pueblo de Huamantla. “Don Margaje” daba la bienvenida a los niños del pueblo en una especie de parque de atracciones que había creado en su casa. Allí, los hermanos Julián y Hermenegildo Aranda aprendieron a fabricar títeres cuyas cabezas se hacían al principio de barro y cuyos trajes eran confeccionados por sus dos hermanas, Ventura y María de la Luz. Así, comenzaron a crear sus primeros números y “pastorelas” (dramatizaciones navideñas o bíblicas). Si su técnica, que combinaba hilos y vara a la cabeza, era muy elemental, pero Don Margaje tenía talento; conocía la tradición italiana de títeres y ésta le sirvió de modelo para perfeccionar sus títeres. Los hermanos y hermanas Aranda trabajaron en México en los corrales tradicionales (antiguos teatros al aire libre), en los albergues para viajeros o en hoteles de segunda categoría. Sus títeres obtuvieron un gran éxito en el albergue Doña Andrea, un lugar tradicional donde se presentaban espectáculos populares y que era frecuentado por un tal Antonio Rosete. Éste terminó por asociarse con la familia y se casó con una de las dos hermanas. Alrededor de 1850, se creó la compañía Rosete-Aranda que se convertiría en famosa hasta el punto de ser invitada, en 1871, por el presidente Benito Juárez a representar sus espectáculos en el palacio del gobierno. Esta compañía dio lugar a la mayor dinastía de titiriteros de México.

Cuando los dos hermanos fallecieron, las hermanas María de la Luz y Ventura Aranda se hicieron cargo de la dirección de la troupe, y en 1880, la ahora denominada Compañía Nacional de Autómatas Hermanos Rosete Aranda era dirigida por los dos hermanos Leandro y Tomás Rosete Aranda. La compañía realizó muchas giras por Estados Unidos en 1888, y el 15 de octubre de 1891, actuó en el teatro Arbeu de Ciudad de México. Siguieron varias giras por el país, e incluso por Chiapas, Guatemala y América central, donde obtuvo una gran éxito.

Entre 1900 y 1920, la compañía actuó en el Teatro Variedades de Ciudad de México, y cuando Leandro murió, su viuda (de quién no se menciona su nombre en este texto pero que encontré en https://www.flickr.com/photos/luisenrique_gs/3906429897:

María de la Luz Reséndez Vélez se hizo con la dirección de la compañía dato que también corroboran y amplian “Don Leandro Rosete Aranda muere en octubre de 1909, quedando al frente de la compañía su viuda María de la Luz”) Las giras prosiguieron por el norte del país: Monterrey, Parral, Jiménez, Camargo, Chihuahua, Ciudad Juárez, Aguascalientes, León, Guanajuato, Celaya y Querétaro, entre otras ciudades. De esta forma, la compañía reunió una extensa colección de títeres (alrededor de tres mil) fabricados con gran cuidado. Medían unos 60 centímetros, sus cabezas estaban talladas en madera de ayacahulte, el cuerpo era de una madera blanda y ligera llamada colorín, zompantle o patol, y las manos estaban hechas con una pasta a base de blanco de España (albayalde), cola y serrín. Los títeres, que podían mover su boca, se manipulaban con hilos fijados a la cabeza, los pies, las manos, las rodillas y los antebrazos. El repertorio de la compañía era variado e innovador, e incluía obras como La aparición de la Virgen de Guadalupe, Guillermo Tell, Aniversario de la Independencia, La pelea de gallos, El pastelero y los chicos traviesos, Don Juan panadero, El vale coyote y Don Folías del pescuezo largo. Los últimos tres personajes son muy populares y se incluyeron, más adelante, en el repertorio clásico mexicano.

Para mi es conveniente hacer notar como, de manera natural se van borrando los nombres y/o las importantes actividades que las mujeres realizaban en la compañía, por ejemplo, en la enciclopedia no se menciona lo excelentes manipuladoras que eran pero se enfatiza que realizaban el vestuario, actividad considerada “femenina”. Tampoco se acentúa el hecho de que también dirigieron la compañía.

Créditos: Investigación compartida por César Tavera en el libro EL TEATRO DE TÍTERES DURANTE EL PORFIRIATO. UN ESTUDIO HISTÓRICO Y LITERARIO de

YOLANDA JURADO ROJAS

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial. 1° Edición, 2004.

Imágenes tomadas de CD-Rom Empresa Nacional Mexicana de Automatas Hermanos – Rosete Aranda 1835-1942. Investigación de Francisca Miranda, coordinacion general Marissa Giménez

María de la Luz Aranda was the creator of the first puppets made of clay, as mentioned by Armando Rosete Rivera, a direct descendant of the family. She was a restorer of Sacred Art, from León and based in Huamantla, and it was she who was commissioned by the priest of the Huamantla church to carry out a nativity scene.

María de la Luz decided that the figures had mobility by means of wires, which caused enormous surprise when she saw how animals, shepherds and even Mary and Joseph came to life. Given the success of the performances, she and her brothers continued to produce more puppets and stories which they presented in the San Lucas neighborhood. At the suggestion of Margarito Aquino they went on tour to other towns in Tlaxcala and the country. Some texts mention that the company, as such, began in the year 1835 and refer to the Aranda brothers as young peasants “who decided to abandon the cultivation of the land” to form a show company. However, as we saw before, María de la Luz was a restorer of Sacred Art, which implies specific knowledge and training not related to the cultivation of the land.

María de la Luz, considered an excellent manipulator along with her sister Buenaventura, met Antonio Rosete, a regular spectator of the performances, and married him in 1850, the same year in which the company was formally established under the direction of her brothers Hermenegildo and Julián.

It should be noted that María de la Luz, in addition to building the clay dolls, worked as a costume designer; she was in charge of dressing them and giving them life on stage. Since she was the initiator of this company, the artist who made the first dolls, it is not known at what time or for what reason – although we can assume it – her male brothers took over the management of the company, but upon the death of both , it was Buenaventura, María de la Luz and her husband Antonio Rosete who took over the management of the company. Without further information on the matter, it is worth noting that María de la Luz’s name does not appear on the company’s payroll during the successful tours in Mexico City, which leads me to wonder if her absence was due to family obligations. of parenting, which even today limits the professional development of women.

Information obtained from: THE PUPPET THEATER DURING THE PORFIRIATO. A HISTORICAL AND LITERARY STUDY. YOLANDA JURADO ROJAS. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla-General Directorate of Editorial Development. 1st Edition, 2004

CD-Rom Mexican National Automation Company Hermanos – rosette Aranda 1835-1942 Research by Frncisca Miranda, general coordination Marissa Gimenez

I do not have her date of birth and death, however I rescue her name and activities that until now, for me, had gone unnoticed: excellent manipulator, costume designer and DIRECTOR of the Rosete Aranda company, of which she was also its founder.

She was one of the four founders. María de la Luz, under the direction of Don Julián Aranda and his brothers Hermenegildo y Ventura, started the doll company in 1835. She married Mr. Antonio Rosete, originally from the city of Puebla. She manipulated puppets with great precision. Her children were: Leandro, Felipe, Tomás and María Macedonia. We assume that she did not work during the tours made in Mexico City during its splendor. Her name does not appear on the company’s payroll.

During the 19th century, a Mexican family, originally from the state of Tlaxcala, had fought tenaciously to form a show company. In the year 1835, Julián, Hermenegildo, Buenaventura and María de la Luz Aranda, all of them young people, decided to abandon the cultivation of the land and began the formation of a family business dedicated to the management of dolls with threads. (Francisco Rosete, 4-5). Apparently, the first dolls they made were made of clay, they dressed them in patchwork outfits, and they imitated some rural character. At first, the Aranda audience was made up of farmers and indigenous people of the region. The communities near Huamantla were typically indigenous.

The Aranda company was formally established in 1850, under the direction of Julián and Hermenegildo. The fame of the doll show attracted a varied audience. María de la Luz, sister of the Arandas, participated as a manipulator of automatons. During some of her performances, her attention was drawn to the frequent attendance of a young man from Puebla named Antonio Rosete, who soon showed interest in the puppet performances and in her. Shortly after, the Rosete-Aranda lovers celebrated their marriage. The young Antonio Rosete learned the trade of manipulator and joined the cast of the automaton company, to such a degree that he abandoned his original trade as a merchant.

In the year 1852, the firstborn of Antonio Rosete and María de la Luz Aranda was born: Leandro; later, Adrián, Felipe and María Macedonia, in Mexico City. When the family moved their theater to the state of Puebla, the youngest of the brothers was born: Tomás.

The Rosete Aranda couple moved from one place to another carrying trunks with dolls and toys. Around the year 1867, Don Julián became seriously ill and died. Shortly after, his brother Hermenegildo also died. However, the show had to continue and the company remains in the hands of the magnificent manipulator Buenaventura Aranda and the couple Rosete Aranda.

Rosete-Aranda Company

It was a Mexican puppet company active between 1835 and 1942, and, with a new company, until 1962. This company is emblematic in the history of Mexican puppets. In 1830, the Italian Margarito Aquino settled in the town of Huamantla. “Don Margaje” welcomed the children of the town in a kind of amusement park that he had created in his house. There, the brothers Julián and Hermenegildo Aranda learned to make puppets whose heads were initially made of clay and whose costumes were made by their two sisters, Ventura and María de la Luz. Thus, they began to create their first numbers and “pastorelas” (Christmas or biblical dramatizations). Yes, his technique, which combined threads and a stick at the head, was very elementary, but Don Margaje had talent; He knew the Italian tradition of puppetry and this served as a model to perfect his puppetry. The Aranda brothers and sisters worked in Mexico in traditional corrals (old open-air theaters), in traveler hostels or in second-class hotels. His puppets were a great success at the Doña Andrea hostel, a traditional place where popular shows were presented and which was frequented by a certain Antonio Rosete. He ended up associating with the family and married one of the two sisters. Around 1850, the Rosete-Aranda company was created, which would become famous to the point of being invited, in 1871, by President Benito Juárez to perform its shows in the government palace. This company gave rise to the largest dynasty of puppeteers in Mexico.

When the two brothers died, the sisters María de la Luz and Ventura Aranda took over the direction of the troupe, and in 1880, the now called Compañía Nacional de Automata Hermanos Rosete Aranda was directed by the two brothers Leandro and Tomás Rosete Aranda . The company toured extensively throughout the United States in 1888, and on October 15, 1891, it performed at the Arbeu theater in Mexico City. Several tours around the country followed, and even to Chiapas, Guatemala and Central America, where he achieved great success.

Between 1900 and 1920, the company performed at the Teatro Variedades in Mexico City, and when Leandro died, his widow (whose name is not mentioned in this text but which I found at https://www.flickr.com/photos /luisenrique_gs/3906429897:

María de la Luz Reséndez Vélez) took over the management of the company, information that also corroborates and expands «Don Leandro Rosete Aranda died in October 1909, leaving his widow María de la Luz at the head of the company») The tours continued through the north of the country: Monterrey, Parral, Jiménez, Camargo, Chihuahua, Ciudad Juárez, Aguascalientes, León, Guanajuato, Celaya and Querétaro, among other cities. In this way, the company assembled an extensive collection of puppets (around three thousand) manufactured with great care. They measured about 60 centimeters, their heads were carved from ayacahulte wood, the body was made of a soft and light wood called colorín, zompantle or patol, and the hands were made with a paste based on white from Spain (albayalde), glue and sawdust. The puppets, which could move their mouths, were manipulated with strings attached to the head, feet, hands, knees and forearms. The company’s repertoire was varied and innovative, and included works such as The Apparition of the Virgin of Guadalupe, William Tell, Anniversary of Independence, The Cockfight, The Pastry Chef and the Naughty Boys, Don Juan Panadero, El Vale Coyote and Don Folías with the long neck. The last three characters are very popular and were later included in the classical Mexican repertoire.

For me it is convenient to note how the names and/or important activities that the women carried out in the company are naturally erased, for example, the encyclopedia does not mention how excellent manipulators they were but it is emphasized that they carried out the clothing, an activity considered “feminine.” The fact that they also ran the company is also not emphasized.

Credits: Research shared by César Tavera in the book THE PUPPET THEATER DURING THE PORFIRIATO. A HISTORICAL AND LITERARY STUDY of

YOLANDA JURADO ROJAS

Benemérita Autonomous University of Puebla
General Directorate of Editorial Promotion
1st Edition, 2004.

Images taken from CD-Rom Mexican National Automata Company Hermanos – Aranda rosette 1835-1942 Research by Francisca Miranda, general coordination Marissa Gimenez