Además de los permisos de representación de las Comedias de Muñecos, en el México del siglo XVIII, donde usualmente se consignaban los nombres de las empresarias o dueñas, hay otros documentos donde se menciona también a las otras personas que formaban la compañía, por ejemplo las manipuladoras o titiriteras.
La revista y estudio de las ordenanzas y reglamentos de teatros de la Capital, consigna que “los individuos de ambos sexos de la Compañía de Cómicos y de la de Bailarines del Teatro de esta capital y otros dependientes de él, así en las noches que no representan como en las que lo ejecutan, después de concluido se van a trabajar en el ejercicio de las representaciones de Muñecos a las casas donde hay compañías de ellos”. Esta situación perjudicaba los intereses de los teatros, porque llegaban trasnochados y sin aprenderse los papeles que tenían que representar. Por ello se crea una comisión para que se proceda a visitar las Casas de Comedia de Muñecos y si en ellos se encuentran “cómico o cómica, cantarín o cantarina, o bailarín o bailarina” se les proceda a encarcelar y amonestar a los y las empresarias.
Fuente: Olavarría y Ferrari, Enrique (1895) Reseña histórica Teatro en México, Tomo 1
Investigación de Elvia Mante, Miembro del Sistema Nacional de Creadores 2023-2026